¿De qué hablamos cuando hablamos de criptomonedas?

A partir del 2020 y la pandemia, con la explosión y posterior consolidación del mundo tecnológico-digital como una herramienta imprescindible en la rutina diaria de las personas, estos activos digitales no han dejado de impresionar. Desde entonces y hasta la actualidad, las criptomonedas han dejado de ser un boom y se han convertido en una real y disruptiva opción de inversión que rompe la hegemonía de los tradicionales activos financieros y busca posicionarse como alternativa al dinero físico. Sin embargo, hablar de ellas todavía genera algo de recelo en los inversores o en cualquier persona que planea hacer crecer su dinero, esto tiene sentido debido a la alta volatilidad que las representa y a la complejidad de su significado.

IA, INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍAECONOMÍA E INDUSTRIA

Paula Chautemps

2/10/20254 min read

A partir del 2020 y la pandemia, con la explosión y posterior consolidación del mundo tecnológico-digital como una herramienta imprescindible en la rutina diaria de las personas, estos activos digitales no han dejado de impresionar. Desde entonces y hasta la actualidad, las criptomonedas han dejado de ser un boom y se han convertido en una real y disruptiva opción de inversión que rompe la hegemonía de los tradicionales activos financieros y busca posicionarse como alternativa al dinero físico. Sin embargo, hablar de ellas todavía genera algo de recelo en los inversores o en cualquier persona que planea hacer crecer su dinero, esto tiene sentido debido a la alta volatilidad que las representa y a la complejidad de su significado. Definirlas y entenderlas es algo complicado, pero veamos, de manera sencilla y acotada, de qué se tratan.

Ahora bien… ¿A qué llamamos criptomonedas?

Este novedoso instrumento digital está rodeado de muchos conceptos y definiciones muy técnicas y algo engorrosas, lo que genera cierta dificultad para comprender qué son, cómo funcionan y de qué se trata cuando hablamos de ellas.

En simples palabras, las criptomonedas son divisas digitales diseñadas para utilizarse en internet para comprar y vender distintos bienes y, principalmente, para invertir y generar rentabilidad. Una de las características claves de estas monedas es la estricta protección mediante criptografía que las resguarda, esto quiere decir, a grandes rasgos, que están protegidas mediante el uso de algoritmos matemáticos y códigos encriptados, lo que hace que las transacciones realizadas con estos activos sean altamente seguras.

La primera criptomoneda se creó en 2009 luego de la crisis económica mundial y se la llamó Bitcoin, probablemente la más conocida actualmente y la de mayor valor individual. No obstante, en el mercado de criptodivisas existen miles de monedas, con distintos nombres y apoyadas por proyectos tecnológico-digitales especiales, la diversidad es abrumadora: algunas de ellas nacieron por un “meme”, otras surgieron para monetizar videojuegos, y otras se crearon como programas de investigación y fomento de inteligencia artificial, entre otros.

¿Qué oportunidades ofrecen las criptomonedas a los inversores argentinos?

Las criptomonedas son interesantes y muy llamativas como inversión por varias razones, sin embargo, se debe tener en cuenta siempre que estos activos son considerados de alto riesgo. Quizás uno de los atractivos principales de estas divisas tenga que ver con la descentralización que las caracteriza, esto quiere decir que, a diferencia de los activos tradicionales, ninguna entidad financiera, como bancos, incluso ningún Estado o compañía, puede controlar la administración, emisión y valor de estas monedas, lo que atrae a quienes buscan independencia del sistema financiero tradicional. Por otro lado, el acceso al mercado de las criptomonedas es completamente libre y globalmente abierto a todo aquel que desee ingresar, no tiene restricción alguna ni regulaciones nacionales que limiten el acceso, otra gran diferencia respecto al mercado de los activos tradicionales: para poder comprar y vender criptomonedas sólo se requiere de un dispositivo con acceso a internet y, por supuesto, conocimiento y liquidez.

Para los inversores argentinos, los activos digitales se han convertido en una de las principales opciones de inversión, especialmente como una alternativa para escapar a los sucesivos períodos de alta inflación que suele sufrir la economía argentina. La inestabilidad económica y la consecuente desconfianza hacia la moneda nacional, ha hecho que muchos inversores argentinos comiencen a contemplar el mercado de las criptomonedas como una real elección para diversificar sus carteras de inversión y generar altas rentabilidades, y también, para protegerse de las cíclicas alteraciones económicas que sufre la economía local.

Si bien las cripto han encontrado en Argentina una gran masa de inversores entusiasmados que han abierto sus brazos a estos nuevos activos, consolidando una comunidad cripto vibrante en constante crecimiento, aún existe algo de desconfianza hacia ellas. Será por su volatilidad, será por la complejidad de los conceptos que las rodean, será porque nadie las controla (y los gobiernos desean hacerlo): la desconfianza existe, pero también está a la vista de todo el mundo el potencial que estas divisas digitales prometen.

Economía mundial (digitalizada)

Las criptomonedas han transformado por completo los términos y costumbres del sistema financiero mundial, poniendo incluso en jaque y haciendo tambalear activos y monedas tradicionales como el dólar. No obstante, aún siguen empañadas por interrogantes y críticas provenientes no sólo del mundo económico internacional sino también, del político. La economía mundial se ha ido adaptando obligadamente a los poderosos cambios tecnológicos de los últimos años y miles de personas, empresas e instituciones han adoptado las criptomonedas como inversión, aumentando así la legitimidad y consolidación de estos activos.

A medida que las criptomonedas continúan evolucionando y las inversiones y dinero inyectado en este mercado se mantienen en ascenso, su influencia en la economía no hace más que aumentar. La economía del futuro, indudablemente, tendrá a los activos digitales y al mundo tecnológico que los rodea como uno de los ejes rectores del sistema financiero global, ofreciendo alternativas a los medios de pago tradicionales y, posiblemente, cambiando el rol de los bancos centrales e instituciones financieras tradicionales.

Las criptomonedas, su funcionamiento y las oportunidades que este mercado ofrece representan una nueva etapa en el sistema económico y financiero mundial, con un abrumador potencial para modificar la economía internacional tal como se la conoce en la actualidad. El cambio es inevitable y adaptarse parece ser la mejor opción.