¿Está la IA destruyendo el empleo?

Los jóvenes en todo el mundo están teniendo cada vez más problemas para encontrar trabajo. Las oportunidades de pasantías o puestos junior menguan, a la vez que exigen requisitos cada vez más inalcanzables. En este escenario, algunos sugieren que esto se debe a la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA). Así, en el mundo del trabajo actual, la IA se convierte en un arma de doble filo: una gran ventaja a la hora de trabajar, pero también parte de la competencia.

DESTACADOSIA, INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍAECONOMÍA E INDUSTRIA

Carolina Gazzola

9/11/20254 min read

Los jóvenes de todo el mundo están teniendo cada vez más problemas para encontrar trabajo. Las oportunidades de pasantías o roles junior, normalmente orientadas a aquellos recién salidos de la universidad, están menguando o tienen requisitos cada vez más inalcanzables. En el marco de la irrupción de la IA, algunos sugieren que esto se explica por estas nuevas tecnologías.

Las tareas que los entry-level jobs implican —recolección y registro de datos, escritura, recopilación de información y tareas de asistencia— son fácilmente reemplazables por la inteligencia artificial. Así, en el mundo del trabajo actual, la IA es un arma de doble filo para los jóvenes: una gran ventaja a nivel productivo, a la vez que se transforma en competencia.

No solo son fácilmente automatizables, sino que los mismos empleadores están cada vez más dispuestos a hacerlo. Según el reporte Future of Jobs 2025 del World Economic Forum, un 41% de los empleadores esperan reducir su fuerza de trabajo gracias a la implementación de IA. Esta puede automatizar el trabajo de las personas fácilmente y con bajos costos. Esto afecta principalmente a los jóvenes, que entraban a la fuerza laboral a desempeñar dichas tareas básicas con el fin de adquirir experiencia y desarrollarse profesionalmente.

Cada vez más empleadores usan IA en trabajos que los pasantes solían hacer. Un 37% de los empleadores prefiere esta tecnología antes que a pasantes. A esto se suma que los puestos que aún se encuentran disponibles tienen una remuneración menor que antes, ya que se espera que utilicen IA, lo que abarata los costos laborales.

Todo esto genera un gran problema a futuro: sin pasantías o trabajos junior, no se entrena a trabajadores para que puedan hacer tareas complejas. Ganar en tiempo y dinero hoy le cuesta productividad a futuro a las empresas. La generación de puestos de trabajo tiene que adaptarse a esta nueva tecnología, y no generar puestos que puedan ser fácilmente reemplazables en el futuro.

¿Puede salvarnos la universidad?

Un dato particular de esta tendencia es que esta está afectando gravemente a jóvenes con estudios universitarios. Mientras que antes se creía que ir a la universidad garantizaba un buen empleo o inclusive movilidad social ascendente, esa ya no es la realidad. Según los especialistas, la IA puede aumentar el desempleo en los white-collar jobs y otros roles administrativos, que son los que requieren trabajadores educados por las universidades. Inclusive carreras que se consideraban útiles o bien pagas para el futuro, como las relacionadas a la programación y a la informática, están siendo reemplazadas por la IA, que es una excelente herramienta de coding.

Además, estos jóvenes, al mismo tiempo que los empleadores, consideran que una de las causas de este problema es el desfase de conocimientos de las universidades. La educación superior está preparando para un mercado laboral que ya no existe. Los programas están desactualizados y en muchas carreras hay pocas oportunidades para adquirir experiencia práctica relevante para los puestos de hoy en día. Este no es un problema derivado exclusivamente del uso de la IA, sino una tendencia generalizada de la educación superior. Frente a la irrupción de las nuevas tecnologías, la burocracia universitaria no logra ponerse al día con las nuevas prácticas.

¿Qué más sabemos sobre el impacto general de la IA en el trabajo?

El World Economic Forum considera a la IA como una de las principales corrientes de transformación de la economía global, con múltiples empresas corriendo a incorporar esta tecnología a sus modelos de producción. La parte optimista cree que la IA puede generar nuevos puestos de trabajo, ya que hay muchos empleos que están solo parcialmente expuestos a la automatización, por lo que podrían ser complementados por la IA, a la vez que esta crea categorías de trabajo que hoy no nos imaginamos. Es decir, solo ciertas tareas y funciones serán automatizadas y realizadas por IA, y esto será una adición al trabajo que realizan las personas.

Inclusive, la IA puede tener un efecto democratizador en la alfabetización y educación digital, al ser una tecnología tan fácilmente disponible que puede usarse con fines tecnológicos. Esto tiene efectos positivos en el empleo al facilitar la construcción de habilidades tecnológicas y, en consecuencia, mejorar las posibilidades de empleabilidad. Entonces, en vez de eliminar las oportunidades de entrada, las empresas deberían usar la IA para entrenar a la próxima generación de profesionales.

Sin embargo, la IA también está teniendo un impacto negativo en el mercado de trabajo en su conjunto, no solo los jóvenes. Los algoritmos de IA están potenciando la economía de plataformas, y con ella, la precarización laboral que esta trae cuando la regulación e inclusión no existen. En América Latina y el Caribe, casi el 40 por ciento de los trabajadores de plataformas están excluidos de la cobertura de salud y seguridad social.

Además, los pocos empleos que emergen para sostener la IA economy son precarizados y con malas condiciones laborales y salariales. Se los conoce como empleos “invisibles”, como por ejemplo, los anotadores de datos y los moderadores de contenido, entre otros trabajos que implican corregir, verificar y hacer ciertas tareas que a la IA se le dificulta. Estos roles, que implican largas horas de trabajo y poca protección frente a contenido violento, aparecen principalmente en países del sur global. Así, se alimentan las dinámicas históricas en donde el sur global contribuye al desarrollo de IA en empresas del norte global, sin recibir beneficios proporcionales, lo que plantea desafíos éticos y políticos en la gobernanza tecnológica internacional.

No nos adelantemos

La IA está transformando el mundo del trabajo. No obstante, la realidad es que es muy pronto para conocer su impacto por completo. Ahora mismo nos encontramos en un interludio: la tecnología existe, pero no se ha adoptado masivamente.

Los más optimistas esperan que esta revolución tecnológica cree más oportunidades laborales de las que destruya, pero muchos no creen que sea así. La IA realiza algunos trabajos a menor costo, mejor y más rápido que nosotros. Ya estamos viendo como los entry level jobs se ven afectados por su irrupción. ¿Será que lo único que queda es desarrollar habilidades compatibles con la IA?