La inteligencia artificial como nuevo eje de competencia estratégica global

El rápido crecimiento de capacidades de la inteligencia artificial (IA) la ha convertido en una herramienta capaz de redefinir la forma en que los gobiernos gestionan sus recursos, toman decisiones estratégicas y enfrentan tensiones geopolíticas. Consecuencias como la militarización de la Inteligencia Artificial inserta una nueva arista a las tensiones geopolíticas del momento. Una vez más, la competencia entre China y Estados Unidos se convierte en un eje de la discusión.

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Alexandra Puertas Castro

9/1/20253 min read

La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser un ideal y se ha convertido en una herramienta concreta de transformación cultural, militar y política. Los últimos años han sido muestra de un crecimiento acelerado de sus capacidades en múltiples arenas. Como resultado, el interés de las potencias globales en liderar los avances tecnológicos se convierte en parte del contexto geopolítico.

La introducción de la inteligencia artificial en los gobiernos

En junio de este año, la empresa OpenAI obtuvo un contrato de 200 millones de dólares del Pentágono, con el objetivo de impulsar la Inteligencia Artificial (IA) en operaciones de defensa de Estados Unidos. El acuerdo plantea la creación de un prototipo de IA destinada a mejorar las operaciones administrativas y abordar desafíos clave en materia de seguridad. La iniciativa forma parte de la propuesta de OpenAI dirigida a los organismos gubernamentales: OpenAI for Government. Esta iniciativa representa la inserción formal de la IA en los procesos estratégicos y operativos del sector público.

El caso de OpenAI no es aislado; empresas como Google, Meta y Microsoft continúan construyendo sus plataformas para adecuarlas a las nuevas necesidades del gobierno. A diferencia del pasado, donde el departamento militar norteamericano era el encargado de impulsar el liderazgo nacional en innovación militar, hoy son las big tech quienes poseen los principales avances en el país. Esto ha resultado en una gran cantidad de modelos de IA, un notable flujo de inversión privada y la expansión de centros de datos en Estados Unidos.

La IA como nuevo eje de las tensiones entre China y Estados Unidos

Estados Unidos ha tomado la delantera en la transformación tecnológica mediante la Inteligencia Artificial. Bajo el gobierno de Donald Trump, el gobierno americano solidifica su apuesta por la IA como nuevo pilar en la transformación y modernización de los estados. El desarrollo de la IA ha tomado un rumbo nacionalizado, con Estados Unidos y China posicionándose como protagonistas nuevamente. En este contexto, el progreso acelerado de China en el ámbito de la IA, así como su integración estratégica en diversos sectores, adquiere gran importancia en la dinámica geopolítica que maneja con Estados Unidos.

El rápido avance de la tecnología en China, sobre todo sus modelos de IA generativa y el código abierto han sorprendido a la industria americana. Se prioriza la sostenibilidad de su modelo productivo, buscando la reducción de la dependencia de bienes de Estados Unidos. En materia militar, la automatización de combate continúa siendo uno de los principales objetivos chinos, junto al desarrollo y aplicación de modelos especializados para operaciones de inteligencia. A diferencia de Estados Unidos, el estado ha tenido mayor injerencia en el continuo desarrollo y ampliación de esta tecnología; incluso en el registro de patentes, convirtiendo a China en el país con más patentes de IA registradas. El continuo apoyo estatal, sumado al creciente capital privado que ingresa al sector, resulta en el posicionamiento de China como segundo líder en IA a nivel global.

La iniciativa Made in China 2025 fue el primer paso para el crecimiento de China en la industria productiva, y tiene como siguiente fase la exportación de tecnología a nivel global, dentro de las cuales se encuentra la IA. La alineación de los objetivos a largo plazo en materia de desarrollo económico y política exterior se conjugan con la estrategia nacional de IA, resultando así clave para el posicionamiento Chino en el plano internacional. A diferencia de Estados Unidos, China se aproxima a la IA de forma dual, promoviendo su constante crecimiento, sin dejar de lado la importancia de un marco regulatorio. Este enfoque se ha convertido en una prioridad política, alineándose con el interés de los BRICS, el Reino Unido, Singapur y la Unión Europea de regular la IA.

Las estrategias divergentes de IA como catalizador de nuevas dinámicas geopolíticas

La competencia encabezada por China y Estados Unidos en materia de IA ha creado una nueva carrera armamentista valorada en más de un billón de dólares. Ambos estados demuestran lo más alto de la capacidad global en relación al avance de la IA. Sin embargo, Estados Unidos mantiene el liderazgo indiscutible y se puede prever que lo hará en los proximos años. El gobierno apuesta por la tecnología desregulada y manejada por el sector privado, con el objetivo de mantener a Estados Unidos como protagonista en este sector.

Por otro lado, el plan de acción de China tiene un carácter globalista y de cooperación, en un contexto en el que Estados Unidos se va aislando progresivamente de las iniciativas multilaterales. Este escenario representa otra oportunidad de China aprovechar el contexto actual y encabezar nuevas iniciativas multilaterales que se planteen a la IA como eje estratégico. A la par de sus excelentes políticas en materia de desarrollo tecnológico y sus rápidos avances, la proyección de China como líder global en IA en la próxima década no resultaría extraño.