Reforma electoral en Entre Ríos: la introducción de la BUP (Boleta Única Papel) y sus consecuencias

La provincia de Entre Ríos se prepara para una transformación electoral con la propuesta de Rogelio Frigerio de implementar la Boleta Única de Papel (BUP), dejando atrás el viejo sistema de boleta partidaria. ¿Qué significa este cambio para la transparencia y equidad en las elecciones? Exploramos cómo esta reforma moderniza un sistema que data de 1930 y qué impacto podría tener en la política local y nacional.

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Oriana Bonazzola

9/23/20245 min read

Una reforma política implica una modificación en las reglas del sistema político, con el objetivo de mejorar su funcionamiento y, en términos generales, garantizar una mayor equidad y transparencia. En Entre Ríos, el actual gobernador, Rogelio Frigerio, presentó en mayo de este año una propuesta de reforma política y electoral, destacando la incorporación de la boleta única de papel (BUP), dejando atrás el tradicional sistema de boleta partidaria. Dicha propuesta, que actualmente está siendo tratada en la cámara baja provincial, viene a modernizar el Código Electoral de la provincia, que si bien durante los años tuvo enmiendas, data de 1930.

Aunque se proponen modificaciones importantes, hay mecanismos que se pretenden sostener, como las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) para la selección de candidaturas y, estratégicamente, la reforma, preserva la facultad del Ejecutivo provincial de decidir si realizar las elecciones de manera conjunta o separada de las nacionales. Por otro lado, cabe aclarar que recientemente, el Senado nacional aprobó un proyecto sobre la BUP que ahora ha regresado a la Cámara de Diputados para su tratamiento.


BUP: una herramienta de modernización

La boleta partidaria, popularmente conocida como “boleta sábana”, divide la oferta electoral de forma individual por partido, en torno a la cual surgen debates que enuncian diversos problemas logísticos y de equidad. Uno de los principales cambios con la implementación de la BUP es que el Estado asumiría la provisión del instrumento de votación oficial, una responsabilidad que hasta ahora recae en las fuerzas políticas. Además, la BUP garantiza que todos los candidatos estén representados, evitando el frecuente problema de la falta de boletas en los centros de votación, mejorando la experiencia para el elector, y reduciendo los esfuerzos por parte de las agrupaciones.

Estas modificaciones apuntan a una mayor transparencia, en tanto como fue señalado, el Poder Ejecutivo nacional se constituye como principal y único proveedor de los instrumentos de votación. Al mismo tiempo, posibilita que los partidos compitan en condiciones más equitativas, eliminando cualquier ventaja que puedan tener los partidos oficialistas o aquellos con mayores recursos económicos - humanos en la fiscalización y el control durante las jornadas de votación, lo que es fundamental para lograr una representación política más igualitaria.


Antecedentes

Al observar las democracias europeas, encontramos que la mayoría de ellas ya se rige por sistemas de boleta única, consolidando este mecanismo como una práctica extendida en países con sistemas electorales avanzados. En lo que respecta a Argentina, tres provincias han incorporado la boleta única de papel: Santa Fe, Córdoba y Mendoza. A partir de estas experiencias, podemos afirmar que, aunque la implementación de la BUP no resuelve por completo los problemas estructurales del sistema político y electoral, como las prácticas clientelares, sí se posiciona como una herramienta que no sólo mejora la equidad en la representación, sino que también fortalece la autonomía del elector.

Como señalan investigadores de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en su estudio sobre la implementación de la BUP, este sistema simplifica notablemente el acto de votar, reduciendo la complejidad del proceso electoral. Las observaciones realizadas tras la primera implementación de la BUP en ambas provincias, documentadas por Bianchi, Lodi, Mutti, et al. (2013), evidencian que no se registraron alteraciones en las boletas, lo que pone de relieve el valor de que el Estado sea responsable de su impresión. En Santa Fe, esta responsabilidad recayó en el Poder Ejecutivo, mientras que en Córdoba fue el Juzgado Electoral quien asumió dicha tarea.

En cuanto a la experiencia ciudadana, el análisis de los autores destaca que, en Córdoba, los ciudadanos demostraron una mayor confianza y facilidad en el uso del nuevo sistema, valorando su simplicidad. Sin embargo, en Santa Fe las opiniones estuvieron más divididas: los comentarios negativos fueron mayoritariamente expresados por adultos mayores de 60 años, mientras que los votantes de entre 30 y 60 mostraron una actitud más positiva y adaptativa. Los menores de 30 años, por su parte, se integraron al sistema con mayor naturalidad, lo que refleja una disposición más amplia al cambio entre los votantes más jóvenes.

Beneficios y... ¿controversias?

Las principales controversias sobre la implementación de la boleta única de papel (BUP) giran en torno a la división o unificación de la misma para los distintos niveles electorales: cargos nacionales, provinciales y municipales. La discusión se centra en si es conveniente tener una única boleta que incluya todas las categorías electorales o dividirlas en segmentos, lo que podría mitigar o intensificar el llamado "efecto arrastre", donde el voto a un candidato de una categoría superior influye en las categorías inferiores.

En el caso de Córdoba, se optó por una boleta única que incluye todas las categorías electorales en un mismo formato. Por el contrario, en Santa Fe se implementaron boletas separadas para cada nivel electoral, es decir, una boleta única para cargos nacionales, otra para provinciales, y una más para municipales. En Entre Ríos, este aspecto sigue siendo uno de los puntos más controvertidos del debate actual, como puede verse en la postura de los intendentes del Partido Justicialista (PJ), quienes buscan separar las boletas para los cargos provinciales y municipales. Evitando así el posible efecto arrastre de los candidatos provinciales y nacionales perjudique a las candidaturas municipales.

Por otro lado, entre los principales beneficiados por la reforma política de Frigerio, y la BUP en particular, se encuentran los partidos vecinales, quienes podrán constituir partidos departamentales y presentar candidatos a senador provincial, así como participar en elecciones de comunas y juntas de gobierno. Lo cual habilita la posibilidad de que el vecinalismo comience a consolidarse como un actor con mayor relevancia e incidencia en la política provincial y desde ya, superar algunas de las limitaciones que enfrentaban a nivel local.

Un cambio que va más allá de las cuestiones técnicas

El desafío que presenta la implementación de la boleta única de papel (BUP) va más allá de las cuestiones técnicas y logísticas que pone en tensión. Este instrumento electoral también abre la puerta a reflexionar sobre aspectos clave como la transparencia del sistema electoral, la reducción de costos y el impacto ambiental. En este sentido, la BUP puede contribuir no solo a mejorar la eficiencia del proceso electoral, sino también a reducir el desperdicio de papel y los costos asociados a la impresión y distribución de las boletas partidarias.

Además, su implementación podría llevar a una mayor equidad en el financiamiento y en las campañas, y ofrecer un marco más justo para todos los partidos, incluidos los de menor tamaño. En síntesis, los ajustes en el sistema electoral buscan modernizarlo para fortalecer la calidad institucional. En este sentido, la experiencia previa de Santa Fe, Córdoba y Mendoza y la adecuada preparación de los ciudadanos serán claves para lograr una implementación efectiva y exitosa.